
Esta señorita defensora de los animales y las uñas pintadas a la francesa, es ni más ni menos que mi pequeña hermana foca: liloh.
Y si bien no tengo mucho para escribir que pueda llegar a resultar interesante para usted señor lector, simplemente quería poner de manifiesto en algún lado que la quiero mucho.
Claro que, el hecho de que hayamos compartido el uso del mismo útero nueve meses y del mismo cuarto los últimos 18 años no nos hace en absoluto parecidas, de hecho, eso creo que es lo que nos diferencia tanto.
Le quiero agradecer por este medio todos sus consejos y máximas - que más adelante desarrollaré - y quiero decirle que me siento muy orgullosa de ella y de todas las decisiones superlativamente trascendentales que está tomando en su vida - no sé si tienen algún sentido esas dos palabras juntas.-
Quiero que sepa, señorita que siempre puede contar con su hermana redonda, que la aprecia y escucha. Sin otro particular me despido muy atentamente. Ìo.